No fue por casualidad sino todo lo contrario. Me crucé en el camino con este héroe moderno, cuya personalidad y humanidad parece incuestionable. Brilla tanto en Tv y prensa que casi ciega. Su fama internacional y su imagen de bondad se nos vende infinita en los medios, pero una vez más esto no es casual es intencionado. Otro héroe que se desmorona, como la cera que se funde inexorablemente al acercarse al fuego. Basta sólo escarbar un poco, un casi ná y el barniz se resquebraja. No todo lo que brilla es oro, mejor dicho casi nada que brilla es oro. Ni siquiera el mismísimo Dalai Lama se libra. Las peores sospechas, por desgracia, se confirman. Todo es apariencia y poca la verdad, no es una cita clásica sino la definición de este circo moderno en la caverna de Platón. Todo sombras son los domadores y nosotros las fieras.
Descubrir miles de budistas que se manifestaban pacíficamente pero no en silencio. Aún sin tener voz en ningún medio rompían sus gargantas contra su santidad colocada ahí como la cabeza principal de este tablero de ajedrez. Sí, sí, tibetanos contra su soberano. Parece ser que no hay rey ni político ni sacerdote que hoy se libre...ni aquí ni allá, no se libra ya ni el apuntador. La careta suele caer a cámara lenta como un plano en alta definición de Matrix. Dossieres e info pormenorizada señala al lobo con piel amarilla y color azafrán. Se vestía de cordero.
Un tirano con careta de santo es lo que parecían jadear las bocas y carteles de cientos de budistas llegados de todos los rincones del mundo. Una protesta a modo de incesante mantra que salpicaba al ingenuo espectador las palabras de "hipócrita" o "mentiroso" por haber condenado al pueblo tibetanoe. Donde las palabras "hipócrita" y "mentiroso" se hacían eco por haber condenado al pueblo tibetano. Una de las varias acusaciones es que desde 1996 el gobierno tibetano en el exilio, al cual el Dalai Lama pertenece, prohibe el culto budista Shugden. Condenando al ostracismo y a la persecución a una comunidad que desde siglos convivía en armonía con el resto de budistas.
Dando lecciones de espiritualidad al módico precio de 130 euros, rodeado no de velas e inciensos sino de más bodyguard que Kevin Kosner en El Guardaespaldas o casi como un mitin del propio Berlusconi. Se confirmaba que algo olía mal, no cuadraba la cosa. Pero la conclusión no es esa sino todo lo contrario. Hay cientos, miles de personas, que están despertando. Como yo no soy Budista y conozco bien poco del tema, ayer aprendí que Buda no es un Dios sino un sabio, "el despierto", y el Budismo no es sólo religión sino una filosofía, " el camino para despertar". Todo con esfuerzo y verdad, lo que sea, incluso desenmascarar lo intocable o alcanzar cualquier cima es alcanzable. La verdad no se disfraza la mentira necesita mucho maquillaje y lentejuela. Es como juntar el tocino con la velocidad. Qué tiene que ver espiritualidad con birra, Visa Electron y fast food? Se sentía más el show del sistema que el incienso elevándose por el Himalaya.
Sin embargo las personas empiezan a murmurar, a intercambiar en definitiva a pensar. El mensaje no es que todo se desmorona sino lo contrario que hay nuevos brotes frescos donde la savia es el pensar por uno mismo en vez de tragar todo bien masticadito. Ecco! ahi la trampa. Basta rayar un poquito el papel celofán para empezar a comprender que TODO es posible. Con que haya una sola posibilidad, por remota que sea, matemáticamente se convierte en posible. De eso estoy seguro. Sólo con que las personas están unidas y despiertas, que obren por el bien mutuo, se podrá lograr lo que sea. Quizás la única salida. Un lugar donde cada uno haga su parte lo mejor que sabe como la SIMBIOSIS organiza la Naturaleza.
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